miércoles, 7 de junio de 2017

La Grieta

Cuando se opina livianamente con respecto a, lo que en la agenda mediática se escucha llamar, “la grieta”, pienso que deberíamos hacer un poco de Historia. La auténtica grieta es la que existe y existió desde siempre entre reyes y esclavos, señores feudales y sus vasallos, propietarios y proletarios, incluidos y marginados. En la lucha del hombre por adquirir su propia conciencia, pasamos por estadios y luchas que significaron avances en el reconocimiento del “Otro” también como un ser humano, como nosotros. La formación misma del estado, con sus leyes, derechos y deberes, es un avance en la calidad de vida de los ciudadanos. El moderno sistema legal es la instancia regidora donde se regula la sociedad y en donde además se plasman las luchas ganadas por la plebe dentro de la tensión existente entre los diversos actores que compiten por una mejor calidad de vida. El ideal de igualdad y los derechos del hombre, declamado tanto por las revolución de los Estados Unidos del Norte de America como por la revolución francesa, son apropiaciones por parte del sistema politico, de lo que desde siglos y milenios atrás resuenan en la conciencia misma de toda la raza humana, que se podría resumir en la fórmula perfecta del cristianismo: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Dentro de este complejo devenir de la humanidad debemos resaltar que esos avances en la toma de conciencia del ser humano se derramo mucha sangre y se perdieron muchas vidas. La democracia representativa republicana es uno de esos tantos laureles ganados por la lucha social, a la cual que siempre debemos defender. Es un sistema que, con todos sus defectos, nos da la oportunidad, a través de la educación, la participación ciudadana, y de leyes superadoras, de mejorarla. A los verdaderos dueños del poder, sean reyes, terratenientes, financistas o empresarios, nos les cae en gracia tener que ceder, aunque sea en una mínima parte, el control de la sociedad en la cual ellos viven. En Argentina, y solo con referencia a las luchas políticas y sociales del siglo XX, tuvimos seis golpes de estado en donde las clases acomodadas, al no poder manipular a su conveniencia el voto de las mayorías, aplastaban las nuevas ideas emancipadoras con la prepotencia de la armas. Los seis golpes de Estado se dieron, siempre, en contra de las incipientemente organizadas clases bajas y marginadas, que se encuadraron en torno a Hipólito Yrigoyen y Juan Perón, respectivamente y a su tiempo, El General José Félix Uriburu en 1930, los Generales Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell en1943, los Generales Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu en1955, José María Guido, civil, en 1962. Los Generales Juan Carlos Onganía, Marcelo Levingston y Alejandro Lanusse, en1966 y desde 1976 Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone fueron los presidentes de facto hasta el retorno de la democracia en 1983. En nuestros días, con más de un 30 por ciento de pobreza y con la mitad de los argentinos que trabajan pero tampoco llegan a cubrir la canasta básica familiar, debemos encontrar inteligentes y creativas soluciones prácticas para que el sueño de una Argentina grande, inclusiva y en paz no termine perdida...en la grieta. Lic Omar Valenzuela licvalen@gmail.com